La profesión quiropráctica nació en 1895 en Davenport (Iowa, EE.UU.). Fue Daniel David Palmer el primero que realizó con éxito el primer tratamiento
, ajustando una vértebra desplazada a Harvey Lillard, un paciente sordo. Inmediatamente este paciente recuperó el oído.
El buen resultado de este primer ajuste desató una cadena de investigaciones en los Estados Unidos que originaron el nacimiento de la Quiropráctica.
Posteriormente, en el año 1921, el Dr. Henry Winsor realizó en Haverford, Pennsylvania, una investigación cuyo objetivo era determinar, a través de la observación de cadáveres humanos diseccionados, si existía alguna relación entre mínimos desplazamientos de vértebras de la espina dorsal (subluxaciones vertebrales) y órganos internos lesionados o enfermos que estaban conectados por los nervios que provenían de esas vértebras desalineadas. Una vez confirmados los resultados, la Quiropráctica fue validada por la profesión médica.
Desde entonces, la Quiropráctica se ha ido desarrollando paralelamente a la medicina alopática, hasta llegar a ser la tercera profesión sanitaria de atención primaria (después de la Medicina y la Odontología) en orden de importancia y número de pacientes. El importante crecimiento detectado en Estados Unidos y Canadá, y posteriormente en otros países de Europa y del mundo, se basó en los buenos resultados clínicos y científicos, así como en el apoyo de los pacientes. En los últimos años, esta ciencia ha suscitado un interés creciente, por lo que se ha convertido en el objeto de numerosos estudios sobre sus métodos y eficacia.
Aunque su desarrollo ha sido irregular en los últimos veinticinco años, algunos países ya la contemplan en su sistema público de salud. En otros, como España, se trabaja para su regularización.
En la actualidad, la Quiropráctica se enseña y practica en todo el mundo. Hoy en día existen unos 70.000 doctores en Quiropráctica repartidos por los cinco continentes.
El primer quiropráctico que llegó a Europa se instaló en Bruselas en 1923. En la actualidad se encuentran quiroprácticos en todos los países europeos, pero las condiciones en las que ejercen la profesión son notablemente diferentes.